LAS PALABRAS......


La palabra es llanamente un medio subjetivo de la intercomunicación que bandea como desengrasada y chirriante veleta al imperativo de emociones, sentimientos e intereses económicos particulares conducentes generalmente a egoísmos y desviaciones abyectas. Esta subjetividad de la palabra es congénita a ella como congénitos son los fenómenos inescrutables que milenio tras milenio nos muestra la naturaleza. (Ambos fenómenos son con naturales porque la palabra es una consecuencia de la materia orgánica evolucionante y la naturaleza obra de los avatares y variaciones cósmicos que la palabra explica errónea o acertadamente desde la sensación, razón y experiencia de los seres que consiguieron salir de signos, gestos y mudez. No cabe duda que estos fenómenos, especialmente los que atañen a la palabra son corregibles, mutables y transformables; puesto que si el hombre ha llegado desde su convivencia más ecuánime y selvática a este siglo de multiesplendor científico y técnica, puede también limitar, si se lo propusieran las economías de parejas, familias, tribus, ciudades y naciones o subnaciones su animalidad y subanimalidad de antropófago o explotador simplemente encadenando sus ambiciones de comodidad y holgura y su ansia depredadora de exterminio y dominio)....

LA ULTRASÍNTESIS dirige los comportamientos de la NATURALEZA en dos direcciones: lo imprevisible que puede preverse intuyendo, observando e investigando, y lo incondicionado, conceptualidad perenne en ella hasta que el SOL "cumpla" seis mil millones de años y finalice el consumo del diez por ciento del hidrógeno que actualmente posee....

NATURA jamás permitirá que el hombre, pobre criatura creada por ella, conozca su secreto invulnerable e inalterable, y le mantendrá en perenne evolución y convulsión para recordarle cada segundo, que no es otra cosa que "materia animal orgánica" en proyección ininterrumpida dirigiéndose hacia su desaparición condicionada en el mismo espacio del que procede. El hombre lesivo, corrupto, contaminante social y físicamente perecerá, pero NATURA conservará lo imprevisible, lo incondicionado para continuar su existencia, libre ya a perpetuidad de la animalidad y subanimalidad del primate evolucionando....

La palabra es la máxima conductora responsable de los comportamientos humanos: aboga por la fealdad y la belleza, el canto y el exabrupto atonal, por lo deforme y monstruoso como necesario para la consecución de lo general en lo justo y equilibrado, por lo deífico como indispensable para acercarse a lo inhaprensible de universo, de lo demoniaco para aclarar lo injustificado de las revoluciones o rebeliones de los hombres que han nacido exclusivamente para ser esclavos, arrieros, servidores sin rentas y mano de obra barata. La palabra, perra desahuciada por otros perros bien lavados y peinados se entrega a los dueños totales de esta actual y postmoderna gatomaquia-perromaquia y plenamente a los rentables encantos que subyacen en la perversidad y deyección de quienes son realmente los dirigentes de estas "animalogías".... La palabra es tan engañosa, falaz e inconsciente como catedral edificada sobre las olas atlánticas, porque los primeros cincuenta chamanes o brujos de veinte o treinta tribus equidistantes se proclamaron amos de poderes sobrenaturales, cuerpos, haciendas, movimientos y decisiones. En estos primeros tiempos animista ya sufrió la UTOPÍA el primer ominoso y salvaje descuartizamiento: el primer ensayo de explotación caníbal, que hoy, siglo cimero de ciencia, técnica y crecimiento económico viene practicándose bajo pretextos que aterra, incluso a algunos "cuadrúpedos que operan con más dignidad que una amasada mayoría de bípedos"....

¿A cuento de qué vienen estas intromisiones deshilvanadas en el terreno de los ensayístico? Respondo. Leo a poetas y escritores pegados al poder y las influencias como liendres en una caballera abandonada durante años a la suciedad y la desidia. Analizo argumentos de una decena de "pensadores" docentes o liberados de funciones universitarias que sin apenas obra salvaje y respetable se autoproclaman filósofos y deforman a sus alumnos con teorías sofísticas o mendaces. Escucho a una reata o ristra larguísima de tertulianos radiofónicos adosados como material de segundo orden al ideario de las instituciones privadas y públicas o dueños activísimos de la comunicación que los pagan con liberalidad, y todo el conjunto aludido agrupado en el mismo tren de alta velocidad o uncido como bueyes obedientes y serviles al carro ideológico globalizador y yo, señores me radicalizo. No puedo evitar radicalizarme cada día más comprobando como estas recuas bajo batuta de distintos caudillos o pastores solidifican unas verdades aparentes alejadas totalmente de las tres facultades que KANT distingue en el hombre: sensibilidad, entendimiento y razón.


Ante la pujanza de las recuas diversas enlazadas entre si por los mismos intereses venales o mercantiles y creadores o pensadores de seudointelectualidad marcada por tiempos de cobardía, melindres y adhesión incondicional al imperativo mercantilista, yo que he sido execrado y disminuido, me veo obligado a sustituir abotargamiento mental y lindezas por radicalidad. Si a ella no me adheiera, aun siendo asalariado-jubilado con lo justo para comer, pasear, leer, estudiar y ver gozosamente amanecer y anochecer, seria un espantapájaros, un hombre agónico a la espera diaria de la ineludible muerte. Enjuicio con dureza, más no con saña, torpeza u odio (yo no practico la hijoputez o la hijaputez), a esos individuos espantosamente fieles a su medianía quien hacen carrera y adquieren prestigio destruyendo efigies e ideas de los "excelsos padres del socialismo científico": Marx, Engels, Lenín, por otra parte, quieran o no aceptarlo, benefactores inconmensurables de los hombres y Natura, y seres vivientes activamente en el cerebro de los militantes en lo superior de la materia. Porque, veamos ¿qué perversidad, crueldad o malicia encierra continuar creyendo e íntimamente cultivando para gozo de la propia inteligencia una POESÍA TOTAL o una Utopía en las que se vivió inmerso durante muchos años de adolescencia y madurez?. ¿Cómo se me puede tildar de idiota, retrógrado, intolerante-dogmático, anticuado o mentido por el mero hecho de conservar en mis estanterías libros importantes que el poder de la BESTIA y su fuerza exterminadora-letal pretende desterrar y destruir?. En mi biblioteca están el mito y logos..., la Ilustración, el racionalismo y el imperismo, (KANT) el idealismo subjetivo de Fichte y el objetivo de Schgelling, la dialéctica hegeliana, la izquierda hegeliana, la crítica feuerbachiana, (valiosísimo para mí, Principios de la filosofía del futuro)... y el materialismo histórico, denostado y engullido por extraños monstruos, sin embargo cumbre sobre cumbre que aun no ha sido superada por una filosofía con validez universal. Este negarme a supeditación por parte de creadores y pensadores a quienes apenas concedo importancia intelectual, (es mi juicio subjetivo; se salva de la peste media docena), ¿es motivo de vituperación, hostigamiento, destierro de los campos creativos, encerronas y separación abusiva y urdida de los estratos donde prolifera la mediocridad como moscas y moscones alrededor de dulcerías. Vivo como se me deja vivir, pese a la manoseada y emputecida libertad individual y expresión cargado de cólera, crispación y mofa contra o profesado como sagrado, porque la neutralidad pensante me dice apodícticamente, quizás con una leve incursión en lo asertórico, que lo sagrado actual del atropellante y libérrimo correr de mercancía y dinero es tan satánico como la dictadura del mal del mismo Satán. Este pensar y sentir no es solamente mío, está en boca de cientos de miles de seres de la ética, la religión y los derechos comprometidos con los valores y la palabra clara, fecundante, no con esa misma palabra predicadora de lenguaraces teóricos que tiran la piedra, esconden la mano y siempre apuestan por las políticas y los dirigentes que con más crueldad y contundencia defienden sus placeres y negocios....